La fiebre por los ‘gadgets’ o dispositivos electrónicos está contagiando a los lectores de libros, quienes ahora tienen en el mercado una mayor oferta de ‘e-books’ o libros electrónicos.
Aunque varían en dimensiones, pesos y accesorios, los libros electrónicos comparten un objetivo común: son dispositivos que permiten leer, portar y almacenar cientos de textos digitales.
Si bien estos aparatos no son nuevos, recientemente diversas compañías empezaron a mostrar un renovado interés en ganar terreno en este mercado. Hasta ahora, y desde su lanzamiento en 2006, el Kindle, de Amazon, ha sido el preferido. Al cierre de este año, podrían sumar más de tres millones solo en Estados Unidos.
A este dispositivo le sigue el Reader, de Sony, pero poco a poco se han ido sumando otros. Entre ellos, la mayor cadena de librerías en Estados Unidos, Barnes &Noble, que el mes pasado lanzó el modelo Nook.
En el escenario siguen ausentes Apple, que apuesta a la lectura digital que se puede hacer en el iPhone, y Google, que por ahora ha decidido dedicarse a la comercialización de textos digitales.
Si bien el mercado es todavía pequeño, está creciendo impulsado por consumidores cada vez más acostumbrados a la dinámica digital. En Costa Rica, la cadena Play será la primera en vender ‘e-books’ a mediados de noviembre, según informó su gerenta de Compras, Alicia Vio, sin decir marcas ni precios.
Sin embargo, no solo los creadores de dispositivos para leer libros electrónicos quieren un pedazo del mercado. Las editoriales también están implementando estrategias en este sentido.
Datos presentados en la Feria Internacional del Libro, realizada este octubre en España, vislumbran que en 2018 el libro digital pondrá en jaque al impreso, y que los editores percibirán al menos un 25% de sus ingresos por ese medio.
Por eso, las editoriales tradicionales están ampliando sus colecciones de libros para descargar y están volviendo a publicar los clásicos en formato digital.
Incluso, algunas han incursionado en la creación de productos híbridos que combinan la lectura tradicional (texto) con la digital (videos y aplicaciones web). También diarios como el New York Times y El País ya se pueden leer en lectores como el Kindle, por una mensualidad de USD 30 y USD 22, respectivamente.
En América Latina, el panorama cambiará a partir de mayo de 2010, cuando las editoriales Planeta, Random House y Santillana pongan sus catálogos en línea.
Aunque varían en dimensiones, pesos y accesorios, los libros electrónicos comparten un objetivo común: son dispositivos que permiten leer, portar y almacenar cientos de textos digitales.
Si bien estos aparatos no son nuevos, recientemente diversas compañías empezaron a mostrar un renovado interés en ganar terreno en este mercado. Hasta ahora, y desde su lanzamiento en 2006, el Kindle, de Amazon, ha sido el preferido. Al cierre de este año, podrían sumar más de tres millones solo en Estados Unidos.
A este dispositivo le sigue el Reader, de Sony, pero poco a poco se han ido sumando otros. Entre ellos, la mayor cadena de librerías en Estados Unidos, Barnes &Noble, que el mes pasado lanzó el modelo Nook.
En el escenario siguen ausentes Apple, que apuesta a la lectura digital que se puede hacer en el iPhone, y Google, que por ahora ha decidido dedicarse a la comercialización de textos digitales.
Si bien el mercado es todavía pequeño, está creciendo impulsado por consumidores cada vez más acostumbrados a la dinámica digital. En Costa Rica, la cadena Play será la primera en vender ‘e-books’ a mediados de noviembre, según informó su gerenta de Compras, Alicia Vio, sin decir marcas ni precios.
Sin embargo, no solo los creadores de dispositivos para leer libros electrónicos quieren un pedazo del mercado. Las editoriales también están implementando estrategias en este sentido.
Datos presentados en la Feria Internacional del Libro, realizada este octubre en España, vislumbran que en 2018 el libro digital pondrá en jaque al impreso, y que los editores percibirán al menos un 25% de sus ingresos por ese medio.
Por eso, las editoriales tradicionales están ampliando sus colecciones de libros para descargar y están volviendo a publicar los clásicos en formato digital.
Incluso, algunas han incursionado en la creación de productos híbridos que combinan la lectura tradicional (texto) con la digital (videos y aplicaciones web). También diarios como el New York Times y El País ya se pueden leer en lectores como el Kindle, por una mensualidad de USD 30 y USD 22, respectivamente.
En América Latina, el panorama cambiará a partir de mayo de 2010, cuando las editoriales Planeta, Random House y Santillana pongan sus catálogos en línea.